lunes, 18 de febrero de 2008

LA REVOLUCIÓN DE LOS “INVISIBLES” EN UNA SOCIEDAD EXCLUYENTE.

ULTIMA HORA
ASUNCIÓN
DOMINGO 26, AGOSTO 2007
Paginas 26-27 del diario impreso.

LA REVOLUCIÓN DE LOS “INVISIBLES” EN UNA SOCIEDAD EXCLUYENTE.

Las personas con discapacidad salen a hacer valer sus derechos

Jóvenes y adultos con alguna discapacidad activan en distintos frentes con el empeño de lograr el pleno reconocimiento de sus derechos y que todos los ciudadanos comprendan lo que es una sociedad inclusiva.

Por Susana Oviedo
soviedo@uhora.com.py

Cuando Rodrigo Martínez (15) se desplaza solo en su silla de ruedas motorizada, percibe que la gente lo mira. “No se ve, pues, a gente en silla de ruedas por las calles. Las personas como yo no salen”, dice, ensayando una explicación.
Es más, asegura que ya está acostumbrado a que la gente se quede mirándolo. “Ya no me afecta que digan cuando avanzas: ‘mirá, mirá...’ o que te vean con lástima, con cara de pena.” Rodrigo está afectado por una enfermedad que se llama distrofia muscular de Duchenne, un mal degenerativo que afecta progresivamente a las fibras musculares. Alumno del 9º grado en el Centro de Educación Primaria y Preescolar (CEPPE), elegido por sus pares presidente de la institución, cuenta que le gusta el teatro y el cine y como otros chicos de su edad, también pasear en un shopping. Sin embargo, lamenta que en muy pocos lugares se tenga en cuenta a personas con discapacidad motriz o visual.
“No existen rampas ni accesos especiales. Suelo ir al Centro Paraguayo Japonés o al Arlequín. Aquí, por ejemplo, hay gradas, pero siempre hay alguien que te ayuda a superarlas. Y sobre los ómnibus ni hablemos: ni siquiera están pensados para las señoras de edad. Ellas no pueden subirse y encima el chofer acelera todo”, cuestiona. En otros países –cuenta con entusiasmo – hay un sistema que consiste en una suerte de grada ascensor que baja hasta el suelo, para que suba la persona con discapacidad, y luego se eleva hasta la altura del piso del ómnibus. “Qué gusto sería que haya ómnibus así en nuestro país.”
Rodrigo todavía no sabe a qué colegio irá para cursar la educación Media. Aunque tiene claro que le gusta diseño gráfico e informática. Por sus excelentes calificaciones es abanderado del CEPPE. También activa en el grupo juvenil del movimiento católico Schoenstatt. Como presidente de su colegio, tomó parte del programa de participación escolar inclusiva, conducido por la Global Infancia. “Tiene que haber infraestructura inclusiva, que esté pensada para las personas en silla de rueda o personas ciegas.
Pero también tiene que haber respeto. Por ejemplo, mi mamá y yo solemos pelear con los guardias del shopping del Sol porque no hacen respetar el espacio del estacionamiento reservado a los discapacitados”, señala.
Agrega que similar problema enfrentaba cuando los sábados iba al club de ajedrez de la Cooperativa Universitaria. Rodrigo utiliza diariamente la computadora y está muy informado. “Escuché que se formó un frente parlamentario por los derechos de las personas con discapacidad. Me gustaría apoyar esto”, dice. Cuando pequeño estudiaba en un colegio privado. Lo tuvo que dejar porque su profesora no lo quería. “Ni siquiera quería ayudarme a subir las gradas”, dice. Ya entonces conoció el sabor amargo de la discriminación. Algo contra lo cual se declara un luchador.

En números
- Alrededor del 10% de la población mundial vive con una discapacidad. - El sector constituye la mayor minoría del mundo.
- En Paraguay, según el Censo Nacional de 2002, viven 51.146 personas con discapacidad. Sin embargo, solo en el departamento Central suman 46.000, según un censo del 2001.

Una ONG trabaja por la inclusión laboral efectiva

Falta de presupuesto y desconocimiento de la ley. Con estos dos argumentos, las instituciones públicas en general no hacen efectiva la incorporación de personas con discapacidad en su plantel de funcionarios.
Se trata de un mandato de la Ley Nº 2.479, promulgada en el 2004, que hasta la fecha no fue reglamentada. Según esta norma, todos los organismos de la administración pública que cuenten con 50 o más funcionarios administrativos, mantendrán dentro de su plantel un porcentaje de personas con discapacidad, que no será menor al 2 por ciento del total de sus funcionarios. Para ser beneficiarios de esta ley, el postulante deberá presentar una discapacidad mínima del 40%, gestionar la certificación pertinente en el
Inpro y tener el aval del representante de la Federación Paraguaya de Discapacitados. Según informaron María José Cabezudo y Raúl Montiel, de la Fundación Saraki, durante tres audiencias públicas en el Congreso se tomó nota de la necesidad de reglamentar o bien modificar esta ley a fin de facilitar los trámites para que las personas accedan a la certificación en el centro de salud u hospital de sus municipios, sin necesidad de trasladarse hasta Asunción, donde se encuentra el Inpro. Para lograr este y otros objetivos, Saraki se alió con la Secretaría de la Función Pública y están en la etapa final de un diagnóstico en 11 dependencias del Estado sobre las barreras de acceso laboral y el entorno físico que encuentran en estos sitios las personas con discapacidad.
Colaboran con la investigación voluntarios del 4º curso de Psicología Laboral de la Universidad Nacional de Asunción. Como resultado final, se diseñará un plan de accesibilidad institucional.







Rodrigo Martínez. A sus 15 años este joven expresa convencido: “Se pueden superar las barreras”. Sin embargo, todo sería más fácil, asegura, si se respetaran los derechos de todos.









Reunión de trabajo. Diana Elizeche, María José Cabezudo y Raúl Montiel, del Programa Inclusión Laboral Efectiva, dirigido por la Fundación Saraki y la Secretaría de la Función Pública.












Los jóvenes piden oportunidad y no más la compasión

A las personas con discapacidad “no se les quiere ver”, según la apreciación que tiene Álvaro Martínez (19).
“El entorno en que vivimos está muy contaminado y las personas con discapacidad tenemos un gran defecto: siempre aparecemos de último.
Nosotros mismos no nos dábamos prioridad. Afortunadamente, ahora sí”, cree Álvaro.
Y es que él y otros jóvenes crearon hace 4 meses “Parigual”, una organización que tiene por eslogan: “Oportunidad para todos”.
En estos momentos están discutiendo los estatutos, mientras llevan adelante una campaña que consiste en dejar una hoja volante sobre los vehículos que estacionan sobre las veredas y en aquellos que no respetan los espacios reservados para personas con discapacidad.
Todas las personas tienen talentos y merecen tener oportunidades, remarca Álvaro.
“Mucho depende de nosotros mismos. Tengamos lo que tengamos, nuestra dificultad es exterior, pero ante los sentimientos y el corazón que tenemos todos, no hay poder que pueda. Eso es lo que tratamos de instalar ahora”, aclara.
Por eso, a criterio suyo, no solo hay que trabajar en la concienciación de las mismas personas con discapacidad, sino con su entorno.
“A los padres, mostrarles que si tienen un hijo con discapacidad, están ante una persona que tiene necesidades, como todos. Tenemos que empezar por interesarnos en estos temas, pero no solo de nuestra parte, sino en general.
De lo contrario no tenemos eco”, reflexiona Álvaro. Pese a sus 19 años, se autodefine como un “escritor frustrado”. Quizá porque no ha podido comenzar la carrera de Letras en la Facultad de
Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción, por razones de distancia y porque las clases son de noche.
Pero él no se resigna: desde hace dos años escribe poesías y gran parte de su tiempo dedica a la lectura. También hace de sistematizador de un grupo de teatro espontáneo que se llama Kusuví. Semanalmente asiste a los ensayos y observa con detenimiento cada etapa de la creación colectiva para luego escribir en su computadora lo que los actores transmitieron o no lograron transmitir.
Con respecto a Parigual, Álvaro dice que es una iniciativa innovadora. “Nos dimos cuenta de que no hay organizaciones exclusivamente de jóvenes que trabajen a favor del sector.”
Para ellos, hay que empezar por cambiar cuestiones como no estacionar los autos en las veredas o hacer que se reparen las calles empedradas y que los edificios cumplan las ordenanzas sobre accesibilidad.
“Para nosotros son pequeñas grandes cosas”, destaca. Álvaro tiene la impresión de que con todas las iniciativas en marcha se está empezando a cambiar la percepción hacia las personas con discapacidad.
“Hay muchos preconceptos, como el de la eterna infancia que nos atribuyen o el típico ‘chúlina angá’ con que nos ven”, dice, añadiendo que anhela que en el país la inclusión se dé también a través del arte.

Los accidentes
El aumento en un 140% de motociclistas accidentados está dejando a muchas personas con discapacidad, según el doctor Domingo Pizzurno, director del hospital Emergencias Médicas.
El traumatismo de cráneo asociado con accidentes de motocicletas es muy alto y el índice de lesiones neurológicas también, advierte.

La discapacidad será un tema ineludible de la agenda pública.

La formación de un banco de datos para ofertas laborales de personas con discapacidad; un frente parlamentario y un proyecto de reglamentación de la ley 2479, que establece la obligatoriedad de la incorporación de personas con discapacidad en instituciones públicas, son algunas de las acciones que están dinamizando a los ciudadanos del sector.
Así lo ve el abogado Julio Fretes, titular de la Coordinadora Nacional por la Promoción de los Derechos de las Personas con Discapacidad, Conaprodis.
Agregó que también se trabaja para constituir un Consejo Municipal de la Discapacidad en la Comuna capitalina.
Una de las tareas inmediatas de esta nueva instancia será revisar la ordenanza nº 26104/90, que establece normas técnicas de accesibilidad en los edificios públicos.
“Queremos que esa ordenanza se convierta en una ley nacional”, afirma. El año pasado, la OEA declaró que el decenio 2006-2016 de las Américas sea por la dignidad y los derechos de las personas con discapacidad. “También aprobó un programa de acción que pediremos al gobierno que lo incorpore como programa”, dice Fretes, para lo cual – dice – urge insertar en la agenda pública el tema de la discapacidad. “En la medida en que las autoridades se vayan actualizando en los nuevos enfoques que rigen sobre esta materia, también podremos hablar de un cambio cultural.”
Otro logro que alcanzaron es la creación del Frente Paraguayo por los Derechos de las Personas con Discapacidad, presidido por el arquitecto Víctor Fleitas.

Álvaro Martínez. “Soy un escritor frustrado”, dice. Sin embargo, desde hace 2 años escribe poesías y dedica gran parte de su tiempo a la lectura y a su grupo de teatro, Kusuví






Julio C. Fretes Portillo

No hay comentarios: